Ambilívebol fueron sin duda el dúo más "sui generis" surgido por estos lares en los últimos tiempos. Su disco de debut y a la postre el único publicado, de título homónimo, es una muestra palpable de ello y define a la perfección la ideología de un dúo basado en el alto grado de compenetración alcanzado por Javier Rincón (Vadim Tudor) y Alex Brujas a la hora de componer.

Su forma de trabajar venía estructurada a partir del reparto de tareas: el primero, conocido hoy como Vadim Tudor, su nuevo proyecto, reputado pinchadiscos del mítico Gris del barrio madrileño de Chueca, como ideólogo y buscador de fuentes de inspiración paralelas. El segundo, Alex Brujas, aunque natural de Linares, el personaje más influenciado por las nuevas tecnologías de los surgidos en la Granada de los Planetas y Cecilia Ann, era el responsable de conectar a las máquinas y dar forma a los datos recopilados por Javi. Juntos formaron una sociedad que unió extremos aparentemente opuestos y que mezclaba lo "kitch" con el techno pop ("Laurent" o "Raphäl"), el ye-ye con los chemicals beats ("ENB" o "A chilly poo") o lo gótico con el dark techno ("Gothip hop" o "DCD"), no escatimando idiomas (castellano, alemán, francés o portugués) a la hora de introducir voces e inventando algo parecido al "spanglish" como lenguaje escrito. Para dar sentido a tan amplia despensa, utilizaban "samples", una ilimitada dósis de imaginación y una gran variedad de instrumentos, en la que cabían las más modestas ofertas tecnológicas y los más sofisticados programas de ordenador. En cualquier caso, si en lo dicho hasta ahora no habeis encontrado un punto de referencia válido, el cóctel resultante, una atmósfera sugerente y bailable al 50%, no se asemeja en nada a lo que puedan hacer otros artistas techno de nuestro pais y, puntualmente, tal vez pueda recordar a aromas que despide la música de Daft Punk, St. Etienne o Pizzicato Five. El CD lo completa una pista multimedia, que incluye el video de "Reidio ZRI", información adicional del dúo.