Iluminados
Desde que en 1991 ganaron el concurso para nuevos valores que todos los años se celebra en su tierra natal, el "Murcia Joven", Iluminados (Isa, Ana, Lola y Juan) poco a poco fueron escalando posiciones entre las bandas preferidas del público aficionado a la música independiente en España en los 90'. Un tiempo en el que llegaron a ser el grupo bandera de nuestra etiqueta con discos clave en las respectivas trayectorias del grupo y del sello.
Primero con "Disco de papel" (Jabalina 1994) su EP de debut para Jabalina y nuestra primera referencia, después con "Selene 500" (Jabalina 1995) su inolvidable y fundamental primer álbum que incluía doce canciones repletas del "pop de colores" que les hizo célebres en los comienzos de la escena "indie" de los noventa, y más recientemente con "Afrodita B" (Jabalina 1996), el disco en el que, de la mano de Nacho Canut (Fangoria), se atreven con remezclas de baile. Tal vez esta nueva visión de sus propias canciones fuera la que propició un cambio en la concepción del pop del grupo, a cargo de sus principales compositoras, las hermanas Isa y Ana Espín. Un punto de inflexión en su carrera que se puso en evidencia con la edición del mini CD "La casita de las bolas" (Jabalina 1997), producido por el prestigioso galés Huw Price, y sobre todo "En Vistabella" (Jabalina 1999), segundo y último álbum del grupo de Bullas. Dos formidables trabajos en los que, manteniendo sus inconfundibles señas de identidad, nuevamente pusieron rumbo hacia el pop más vanguardista.
Las enseñanzas adquiridas en "Afrodita B" y en "La casita de las bolas", fueron asimiladas en su último disco, "En Vistabella", sin traumas y de un modo personal, introduciendo teclados, samples y cajas de ritmos, donde antes solo había guitarras, bajo y batería. Un despliegue tecnológico que siempre estuvo acompañado de la innata facultad de fabricar canciones pop, plenas de intensidad y de sentimiento, a cargo de Isa Espín, que ahora, con la perspectiva de los años, se nos antoja escaso en reconocimientos obtenidos para la indudable capacidad y calidad que atesoraba su repertorio. Una hoja de servicios que no podía quedar completa sin mencionar su participación en los principales festivales celebrados en nuestros país: dos FIB (95 y 99), un BAM (95), un Doctor Music (96) y su contribución a la causa de la promoción de la música independiente en nuestro pais organizando durante cinco años consecutivos el festival que daba nombre su Bullas natal.